Viaje hacia la igualdad de edad

La Asamblea General, en una resolución del 14 de diciembre de 1990, proclamó el 1° de octubre Día Internacional de las Personas de Edad en seguimiento de iniciativas de las Naciones Unidas relacionadas con la protección y apoyo a las personas adultas mayores, como el Plan de Acción Internacional de Viena sobre el Envejecimiento, aprobado en 1982.

Cuando las personas llegamos a edades más avanzadas sufrimos ciertos cambios a nivel físico, social y emocional, que no siempre son bien sobrellevados. Pueden darse muchas situaciones de vulnerabilidad como el hecho de sentirse como una carga para sus familiares, la pérdida del cónyuge, enfermedades o complicaciones en la salud física, el aislamiento o la soledad, entre otras, y en algunos casos se hace necesaria la intervención por parte de un profesional de la salud mental. 

El estado emocional de las personas mayores puede mejorar con el mantenimiento de hábitos saludables, la ayuda del ejercicio físico y su consecuente aumento en la participación social, el hecho de sentirse involucrados en las dinámicas familiares y continuar optimizando su autonomía siempre que sea posible. Esta promoción del envejecimiento activo no sólo ha de depender de la propia persona mayor, sino de la sociedad en general; y es que tener un envejecimiento activo, significa participar en la sociedad de acuerdo con nuestras necesidades, deseos y capacidades, significa aprovechar al máximo las oportunidades de tener buena salud física, sentirnos bien emocionalmente y disponer de un entorno social favorable.

RAQUEL MARTINEZ BERROCAL